La economía peruana se encuentra en un escenario de incertidumbre en la que las señales del mercado implican una potencial recesión, es decir, la desaceleración de la inversión privada en el presente año, más el entorno internacional desfavorable con la caída del precio internacional de los metales perjudicando las exportaciones y por ende la actividad económica interna.  

Adicionalmente, la evidencia histórica muestra que los mercados financieros anticipan las tendencias de los mercados reales, y el desplome que está presentando la bolsa peruana el presente año, y las reciente caída del lunes negro de los principales índices norteamericanos y europeos hacen pensar que esta tendencia se mantendrá en lo que resta del año y por ello pronosticar una recesión para nuestro país para el siguiente año, y para el presente año una caída del EPU de 20% más sobre los valores actuales llegando aproximadamente a 15.

Aunque en el mercado real, podamos encontrarnos a la espera de la eficiencia de la política económica del gobierno, si los incentivos de la política fiscal y monetaria puedan ser suficientes para evitar ingresar a una recesión que algunas entidades especializadas ya empiezan a anticipar. Solo es cuestión de esperar que el tiempo responda esta interrogante.